Ruta 7  En bicicleta de montaña
  Parque de Invierno

 

 

Ruta por el Parque de Invierno

 


Esta ruta, junto con la otra del Parque de Invierno, constituye un precioso recorrido auténtico de bicicleta de montaña, donde recorreremos pistas forestales, atravesaremos un río (el Darro) y tendremos una de las mejores vistas de Sierra Nevada, todo en 18 kilómetros a contar desde Plaza Nueva, inicio de nuestro itinerario. Este recorrido es apto también para pasear o hacer footing (y posiblemente nos encontremos mucha gente a pie durante el camino).

Entre paréntesis los kilómetros totales de la ruta.

Señalamos el kilómetro 0 justo al comienzo de la Cuesta de Gomérez, donde comenzaremos la gran subida con escasos descansos que nos dejará en el Parque de Invierno. Tras 290 metros pasamos bajo el Arco de las Granadas y entramos en los frondosos bosques de la Alhambra. 320 metros más adelante (0,61 km.) dejamos a nuestra izquierda la Puerta de Bib-Rambla, para poco después llegar a la Fuente del Tomate donde comienza un paseo peatonal que debemos bordear torciendo a la derecha e inmediatamente a la izquierda, siguiendo las numerosas indicaciones a los hoteles de la zona, a la Alhambra, el Generalife, el cementerio y la Circunvalación. Tras este último giro pasearemos por una calle adoquinada (llana, por fin) que al poco nos deja bajo la Torre de los Siete Suelos y el Hotel Washington Irving (0,98 km.). Aquí finaliza el paseo antes citado y, si bajamos los escalones encontraremos una fuente donde poder rellenar nuestro botellín (nos hará falta).

Seguimos subiendo, con la muralla a nuestra izquierda y a los 180 metros encontramos una bifurcación: a la izquierda iríamos al Generalife y a su aparcamiento, pero es dirección prohibida y tiramos a la derecha, subiendo una corta pero empinada cuesta tras la cual tendremos nuestra primera vista de Sierra Nevada. Seguimos subiendo, con el inmenso aparcamiento del Generalife abajo a nuestra izquierda y numerosos hoteles y restaurantes a nuestra derecha. Pronto (1,69 km.) llegamos al cruce que, hacia la derecha, nos llevaría al acceso para vehículos a la Alhambra y la Ronda Sur. Nosotros continuaremos hacia el frente y en 150 metros, poco antes de las puertas del Cementerio de San José y justo después del aparcamiento de autobuses, parte a nuestra izquierda un camino que tomaremos y que, al finalizar, se topa perpendicularmente con otro que baja de la Silla del Moro. Un letrero nos indica que el Parque de Invierno cae a nuestra derecha, y tomamos esa dirección. Comienza un camino entre olivares que al poco deja de ser asfaltado y pasa a ser de piedras, socavones y polvo.

Subiendo por este camino en recto llegaremos a una curva a la izquierda donde se encuentra una verja que es la entrada al Cementerio Musulmán (2,30 km.). Justo aquí cambiamos de olivos a pinos de reforestación que nos darán sombra en varios cientos de metros. Al cabo del rato volvemos a entrar en un olivar y al poco nos encontramos un camino que parte a la derecha, de tierra roja (3,32 km.). En realidad, si nos fijamos, es un camino que atraviesa la carretera por la que veníamos, pero sólo podíamos observar la parte de la derecha. Cojemos tal camino, una vez más, entre pinos. A nuestra derecha un pequeño barranco que pronto cruzaremos en una curva a la que sigue una fuerte pero cortísima pendiente. Después de 280 metros desde que cogimos el camino (3,60 km.), observamos otro, bastante ancho, que surge a nuestra derecha. Por ahí llegaríamos a Cenes de la Vega, por un camino muy pintoresco con puentes de piedra que atraviesan barrancos, pero no lo cogeremos, seguiremos hacia el frente subiendo cuestas, atravesando barrancos y, las menos veces, llaneando. Desde Plaza Nueva hasta el Parque de Invierno vamos a salvar un desnivel de 400 metros, más o menos.

Después de kilómetro y medio (5,04 km.), tras una larga recta, observamos a la izquierda del camino un árbol seco con forma de horquilla que nos indica que, por fin, hemos llegado a la altura del Parque de Invierno. Junto al árbol hay una bifurcación y cogeremos el camino de la derecha, que tras 20 metros se encuentra con un cortafuegos que nace 10 metros más arriba. Subimos estos 10 metros y torcemos a la derecha cogiendo el ancho camino que bordea el Parque de Invierno.

En un sube-baja nos encontramos, en una curva a la izquierda (5,32 km.) una impresionante vista de Sierra Nevada, pero no pararemos porque 210 metros más adelante hay otro mucho mejor en otra curva. Aquí sí pararemos para disfrutar de una de las mejores vistas de Sierra Nevada que existen. Podremos ver cómo el Camino de los Neveros sube hasta el Purche, así como la carretera de la Sierra hacia Pradollano, bajo el Veleta. Observaremos las grandes cumbres de la sierra, el cerro del Huenes, el Trevenque, los Alayos, etc.

Tras disfrutar (y descansar), proseguimos por el camino 300 metros más hasta encontrarnos un muro de piedra donde hay pintada una flecha amarilla que señala hacia la izquierda . Seguimos esa dirección y pronto nos encontramos con otro camino perpendicular (6,00 km.). Hacia la derecha se baja al Cortijo Jesús del Valle, pero nosotros primero subiremos a la izquierda para visitar el Parque de Invierno, que aún no hemos pisado.

Tras la subida podemos observar a nuestra derecha, entre los pinos, mesas de piedra y a la izquierda unas casetas verdes, un cartel del IARA y unas llanuras de tierra que hacen de campos de fútbol. Después de 500 metros desde el muro pasamos junto a un pequeño monolito de piedra con un letrero del IARA y el campo de futbol más grande del parque. Atravesaremos, ya sea por campos de fútbol o por los pinos, hacia la derecha hasta encontrar otro ancho camino rojo que bordea el Parque por la vertiente norte. Lo cogemos hacia la izquierda mientras observamos a nuestra derecha el profundo valle del Darro por el que luego bajaremos. Tras medio kilómetro más (7,08 km.) veremos a nuestra izquierda el Reloj de Sol, que es también un mirador que merece una parada. En la piedra vienen grabados los nombres de los montes que, "apuntando" con la aguja del reloj, podemos localizar fácilmente.

Mirando hacia el oeste observamos un camino bordeado de cipreses que conduce al Mirador del parque. Iremos por allí en ligero descenso hasta llegar a la mesa de piedra que forma el mirador (7,65 km.). Durante todo este camino podremos observar, mejor aún que antes, el impresionante valle del Darro que más tarde recorreremos. Tendremos cuidado de no pillar demasiada velocidad pues después del mirador hay un cortafuegos en pronunciadísima pendiente. En días claros la vista es preciosa y el horizonte muy lejano, permitiéndonos ver casi toda la Vega y las sierras que la rodean. Bajando a la derecha de la mesa y rodeando ésta en un giro de casi 180º nos encontramos con un camino que baja ladera abajo entre pinos. Nuestra intención es regresar al final del muro de piedra por donde se bajaba a Jesús del Valle, para lo cual podríamos invertir el camino hecho hasta el mirador, pero preferimos tirar por este camino, que es una muestra de los muchos que existen en este cerro. Si disponemos de tiempo y ganas, podemos dedicarnos a explorar este laberinto de pistas forestales y senderos.

Tras 250 metros de bajada entre pinos llegamos a la carretera que sube al Parque. Con cuidado la cruzaremos y continuaremos por nuestro camino, que sigue bajando hasta encontrarse, 300 metros más abajo (8,20 km.) con una pista forestal que debe sonarnos: es la que subimos al principio, y estamos a 450 metros del árbol en forma de horquilla. Volvemos a subir esta distancia pero esta vez, bajo el árbol, cogemos el camino de la izquierda, siempre en dirección norte hasta llegar de nuevo al Parque de Invierno. Teniendo como referencia las casetas verdes que vimos al subir al parque, bajamos hasta el cruce del muro de piedra (9,35 km.). Seguimos de frente y nos encontramos unas columnas de piedra que sostienen una verja y un letrero: "Coto - Finca privada". Cruzamos la verja y comenzamos una intensa bajada en la que tendremos precaución por la posible subida de coches (4×4) o motocicletas. Tras poco más de 1 kilómetro (10,71 km.) llegamos al Canal de los Franceses, que lleva agua del Pantano de Quéntar. Precisamente desde el canal podremos observar un camino (asfaltado) sobre el que asoma una noria. Dicha carretera termina en Cenes y pasa por el parque acuático Aquaola. Junto al canal, a su derecha, parte otro camino que nos dejaría en Dúdar. El tercer y último camino, a la izquierda de aquél por el que hemos venido, es el que cogemos, en dirección a Jesús del Valle. Nada más comenzar el descenso nos encontramos una verja (normalmente cerrada con candado) que sortearemos, con mucha precaución de no caernos, por su derecha. Comenzamos un fuerte descenso en zig-zag de más de 1 kilómetro hasta llegar al puente que cruza el río Darro (11,84 km.), a los pies del cortijo Jesús del Valle, actualmente destinado a cultivos de reforestación. La sombra de los árboles y el frescor del río nos invitan a descansar unos instantes.

El camino continúa al frente junto al enorme cortijo, pero nosotros preferimos tirar por un estrecho sendero que nace justo después del puente a mano izquierda (por ambos sitios llegaremos al final del recorrido, deberemos escoger según el cansancio, las lluvias, etc.). Poco después de comenzar el senderillo nos encontramos con el río, que debemos cruzar al más puro estilo aventurero. Lo hacemos sin dificultad por tener escasa profundidad. Pronto nos encontraremos en un campo repleto de espigas y amapolas (en primavera) que a veces son tan frondosas que ocultan el camino. Al rato (12,38 km.) nos encontramos de nuevo con el río y lo atravesamos igualmente, lo cual nos refresca bastante.

Tras 280 metros llegamos al camino que viene de Jesús del Valle; si hubiésemos decidido el itinerario menos "aventurero" y hubiésemos seguido al frente desde el puente de Jesús del Valle, habríamos terminado aquí. Tiramos, en definitiva, a nuestra izquierda y observamos, arriba a nuestra izquierda, el imponente monte sobre el que se encuentra el Parque de Invierno. De allí venimos, y desde allí nos hemos asomado para ver el valle por el que ahora vamos. Debemos ir con precaución pues el camino es estrecho y podemos cruzarnos con alguien, y sobre todo porque de repente nos encontramos (12,83 km.) un torrente que corta nuestro camino. Justo antes del torrente, a la izquierda, sale el caminillo que tomaremos para salir de nuevo al torrente, algo más adelante, donde sí podemos cruzarlo sin problemas. Justo después daremos una curva a la derecha y desde ésta podremos ver un bello rincón donde cae una pequeña cascada al río. Continuamos entre árboles hasta llegar, a 420 metros, a otro camino, que tomaremos hacia la izquierda para cruzar de nuevo el Darro, pero esta vez sobre un puentecito. Nuestro camino es ahora muy abrupto si está seco, y muy embarrado si ha llovido. Sea como sea, sólo recorreremos 590 metros así hasta llegar a las ruinas de un cortijo. Justo antes de éste baja un camino que lo bordea, y por ahí tiraremos para, al poco, torcer a la derecha para volver a cruzar el río sobre otro puentecito (13,90 km.).

El camino sube 120 metros hasta cruzar otra verja tras la cual está la carretera que nos llevará al Sacromonte, a mano izquierda. Tras 370 metros más (14,39 km.) la tierra y las piedras dejan paso al asfalto, que agradeceremos después de las tremendas bajadas realizadas. Poco después comenzamos a ver casas, cármenes y cuevas habitadas que son el final del barrio del Sacromonte. Tras 1.400 metros (15,79 km.) nos encontramos a nuestra derecha el camino que sube a la Abadía del Sacromonte. En el mismo cruce se encuentra la Ermita del Santo Sepulcro (s. XVII), a cuyas puertas hay una cruz, erigida en 1636 en memoria de los cristianos que sufrieron martirio en la segunda persecución de Domiciano por, al parecer, Alonso de Mena.

Nosotros, sin embargo, continuamos hacia el frente, trazando todas las curvas del Camino del Sacromonte. Poco después nos encontramos, de nuevo a la derecha, otro camino que conduce a la Abadía. Ahora nos acompaña a nuestra izquierda un muro que, al terminar (16,77 km.) nos ofrece una magnífica vista del Generalife y la Alhambra, especialmente recomendada al atardecer. 170 metros más de bajada nos dejan en la Cuesta del Chapiz. Doblamos a la izquierda (bordeando las Casas Arabes del Chapiz) y bajamos (con cuidado pues aquí ya encontramos más tráfico) hasta el Paseo de los Tristes, que recorreremos hasta el final, a los pies de la Alhambra, para entrar en la pintoresca Carrera del Darro, dejando numerosos monumentos atrás (Iglesia de S. Pedro y S. Pablo, Convento de Zafra, etc.) hasta llegar a la Plaza de Santa Ana, junto a la iglesia del mismo nombre, que es prólogo de Plaza Nueva. Allí encontraremos el Pilar del Toro, donde podremos refrescarnos antes de concluir nuestro itinerario de nuevo al comienzo de la Cuesta de Gomérez tras haber realizado un total de 17,94 kilómetros.