Granada  Solidaria
Conversación por radio



Locutor:
Dime, dime, Servando...
Servando:
Les hablo desde el campo de refugiados de Nyamirangwe, en Sur-Kivu, a 18 km de Bukavu. Quisiera en primer lugar transmitirles un S.O.S. que acabo de recibir de las 100.000 personas de 13 campos que se han agrupado, desesperados en este momento, huyendo de la situación que vivimos, que me lo mandaban dirigido a Su Santidad el Papa Juan Pablo II y a su Excelencia el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados pero creo que tiene el mismo interés para los oyentes españoles que puedan escucharnos.
Locutor:
Sin duda. Servando, ¿cuál es la situación en estos momentos de todos estos refugiados? Teníamos miedo de que comenzaran las matanzas y la muerte de todos estos refugiados. ¿Qué es lo que está pasando?
Servando:
Lo que está pasando, pues... es demasiado grave. A todos los refugiados de esta región que han abandonado los campos se está juntando en este momento toda la población de Bukavu, que son otras 500.000 personas, que están pasando por delante de nosotros ahora mismo, sin saber dónde van, con miedo a los ataques que se produjeron ayer tarde en Bukavu (que nosotros estuvimos oyendo durante todo este tiempo). La ciudad de Bukavu se está vaciando, esperando lo que pueda pasar. Entonces a los más de medio millón de refugiados que andan dando vueltas sin sentido, se están juntando otros cientos de miles de zaireños que están huyendo con ellos. Esto es indescriptible, lo que se está viviendo aquí. La situación es absolutamente desesperada y nuestro mensaje es a los gobiernos, a las potencias, que debe de pararse esto inmediatamente si no queremos presenciar una ecatombe más grande que la que se ha vivido. Esta es la situación. Estamos desbordados por la situación. Nuestros refugiados nos están diciendo si tienen que continuar a huir o si esperan. Nosotros les decimos que esperen un momento, a ver qué es lo que pasa. Pero hemos vivido escenas de los 20.000 refuguiados que tenemos en nuestro campo: se nos juntaron desde hace una semana una población de 100.000, huyendo de todos los campos. Tenemos ahora mismo 13 campos junto a nosotros. El domingo pasado la escena fue trágica: el pavor, el pánico de todos los refugiados de la región que venían huyendo junto a los bombardeos que se oían muy cerca, cundió el pánico y entonces todos los refugiados de nuestro campo junto con los otros, después de asaltar el stock de víveres, arrasaron y destrozaron todas, absolutamente todas las instalaciones del hospital, de todos los servicios comunitarios junto con sus plásticos, que habréis visto las imágenes, y emprendieron una ruta durante 12 horas que nosotros, impasibles, estuvimos contemplando. Después de vagar durante todo el día sin sentido, ninguno sin saber dónde iban, fueron regresando al campo. Más o menos la población todavía siguen volviendo. Y encontraron absolutamente un panorama de desolación porque todo, absolutamente, había sido destruido. En estos momentos nos encontramos, después de dos semanas que no habían recibido comida, la tercera semana que los refugiados no tienen ninguna comida. No tenemos ni una sola aspirina en todo el campo. Hay casos impresionantemente desesperados y, ante un caos absoluto, estamos logrando rehacer un poco la moral para que se organicen, para que la defensa, la seguridad, los casos más desesperados se puedan atender con solamente los recursos humanos de nuestras manos y la generosidad y la solidaridad de unos para con otros. Esta es la situación y estamos esperando qué es lo que pasa. Ahora mismo, junto a estos refugiados que están en esta situación se están juntando otros cientos de miles que están desfilando ante nosotros, que son zaireños que huyen de la ciudad de Bukavu. Continuamente hoy estamos en contacto con la embajada de España. Nos están diciendo que están mandando aviones para evacuar a los miembros de la comunidad europea. Nosotros decimos y mandamos un mensaje: ¿es que este gobierno español, estos gobiernos de la Comunidad Europea, no pueden pensar también en un avión donde se puedan enviar medicinas de primera necesidad para estos cientos de miles de personas? En nuestro campo de Nyamirangwe a la ciudad de Bukavu que haríamos lo imposible por recogerlo y evitar estas miles y miles de muertes que están llegando aquí sin absolutamente una sola aspirina, ni un plástico para cubrir a un enfermo. Esta es la situación y...
Locutor:
Servando, si no hay una reacción de estos gobiernos, de los gobiernos de los países poderosos, sin alarmar, ¿qué es lo que puede ocurrir en los próximos días?
Servando:
Pues... pues esto es imprevisible. Porque a los cientos de miles o más de un millón de refugiados se está sumando ahora mismo la población zaireña. Esto, se necesita una intervención armada, y la influencia de las grandes potencias. Nada de organismos. No sirven para nada la recomendaciones del Alto Comisariado de las Naciones Unidas de un corredor para evacuar hacia Ruanda los refugiados. No quieren. Están muriéndose y van a morir. Que abran un corredor para que vengan las ayudas. Que se detenga lo que está pasando aquí, si no esto ya no es un millón personas que van a morir, porque aquí hay intereses, no sabemos de quién, para que esto continue y nadie, nada más que hablan palabras y más palabras, pero no hay absolutamente ninguna acción. Yo tengo no ya mis palabras, sino las palabras de los refugiados, que es un mensaje muy corto que me interesaría transmitir porque ya no serían mis palabras. Es muy corto, está en francés, yo lo puedo ir traduciendo sobre la marcha, que puede dar una visión de lo que sienten ahora mismo estos cientos de miles de refugiados que están aquí con nosotros. Desgraciadamente no hay ni una sola persona ni un organismo, cuando hablan aquí hace ya casi diez días, absolutamente ningún organismo, solo los cuatro hermanos maristas: el hermano Miguel Angel Isla, el hermano Julio Rodríguez y el hermano Fernando de la Fuente conmigo. Los únicos que podemos hacer y que podemos contactar con vosotros. No hay absolutamente ningún medio de comunicación. Yo quisiera transmitir a la opinión española esto que pasa aquí y este mensaje que ellos dirigían a S.S. el Papa y al Alto Comisariado de las Naciones Unidas. Si ustedes lo creen conveniente, tendría interés en leerlo.
Locutor:
Pues, adelante, Servando.
Servando:
A Su Santidad el Papa Juan Pablo II, a Su Excelencia el Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados en Ginebra. Objeto: S.O.S. en favor de los refugiados a punto de morir sobre las carreteras y las colinas del Zaire. Su Santidad el Papa, Su Excelencia el Alto Comisario: los sobrevivientes de los refugiados ruandeses de la región de Sur-Kivu en el Zaire os dirigen este S.O.S. en vista de obtener de vuestra alta autoridad moral que se ponga fin a su persecución y desaparición lenta pero segura. En efecto, la guerra que se sigue en el Sur-Kivu se presenta oficialmente por el gobierno de Kigali y ciertos medios, como oponiendo a los banyamulengues y las fuerzas gubernamentales zaireñas y, en principio, no debería concerner tan directamente a estos refugiados que son obligados a abandonar sus campos en desbandada bajo el fuego de las armas. Quiero decir que algún otro quiere perseguirlos, incluso eliminarlos masivamente, sea por las balas, sea por el hambre, el frío, las enfermedades, sea por todos estos elementos juntos. Los refugiados, y en primer lugar los más vulnerables (los niños, las mujeres encinta, los viejos, los ancianos) están a punto de perecer sobre las carreteras y las colinas bajo una lluvia torrencial. En estas circunstancias, los refugiados de Sur-Kivu ruegan con insitencia a Su Santidad el Papa y a Su Excelencia el Alto Comisario para los Refugiados de su alta autoridad moral para la obtención de una intervención humanitaria rápida y sin condiciones en favor de estos refugiados en desesperación. Por los refugiados ruandeses de la región de Sur-Kivu, éste es el mensaje. Firman los representantes de estos refugiados que tenemos 13 campos aquí reunidos.
Locutor:
Muy bien. Servando, ¿alguna cosa más que quieras transmitir aprovechando estos minutos de conexión?
Servando:
Yo creo que es demasiado lo que he dicho ya. De todas formas yo vuelvo a repetir una cosa: la comunidad europea, los gobiernos, piensan en algunos de sus miembros que estamos aquí y mandan aviones. Pero nadie piensa en mandar un avión. Nosotros, estos cuatro hermanos maristas, hemos renunciado a irnos y quedamos aquí, y pedimos que ese avión se pudiera enviar. Que lo manden, por favor, con medicinas, porque es posible, porque llegan aviones para evacuar, y hay más de un millón de personas que también tienen derecho a vivir. Ese es el mensaje que mandamos al gobierno español, a la comunidad europea y a todo el mundo que pueda tener algo de sentimiento humanitario.
Locutor:
Pues lo transmitimos inmediatamente, Servando. Un fuerte abrazo desde España y todo el ánimo que podamos transmitiros.
Servando:
Muy bien. Nosotros estamos bien. Los cuatro hermanos que estamos aquí, por si alguien de la familia o nuestro Dios nos escuchen, estamos muy animados. Estamos seguros, no tenemos ningún problema aquí. Quisiéramos, si es posible, que nadie se alarme después de lo dicho porque estamos bien y por el momento no tenemos ningún peligro.